lunes, 15 de noviembre de 2010

LA HORA DE BUHO


Esto intenta ser un pequeño homenaje para todos aquellos y aquellas que trabajamos en la oscuridad de la noche.
En mi caso trabajo en una empresa de servicios informáticos, integrado en un centro hospitalario de la ciudad de Barcelona.
El trabajo nocturno tiene cosas buenas y malas, a mi parecer creo que hay más cosas malas que buenas.
Dormir de día no es lo mejor para la salud ni para el descanso ya que duermes menos y peor como es natural, se altera el horario de las comidas, yo procuro mantenerlo aunque es verdaderamente difícil, el carácter también es una cosa a valorar, o estas muy decaído y sin energía o estas muy exaltado y otra cosa a tener en cuenta es que la paciencia se te agota con mucha rapidez, esto último es bueno ser consciente de ello, más que nada por la gente que te rodea, pero yo creo que lo más difícil de llevar, es todo lo que afecta a las relaciones sociales, amigos y familiares, a mí se me hace muy cuesta arriba, especialmente es duro en fechas señaladas como navidades, aniversarios, etc.
Pero no todo son inconvenientes como he comentado antes, y aunque parezca mentira el trabajar de noche también tiene sus ventajas. En cuanto al trabajo es mucho más tranquilo, tener en cuenta que al trabajar en un hospital como es mi caso, el personal que trabaja de noche respecto al día, disminuye notablemente y por la misma regla de tres las llamadas y servicios a realizar son menores, otra de las ventajas de este horario es que tengo todas las tardes libres, y eso me permite disfrutar de mis hijos todas las tardes, eso la semana que trabajo y la que no, ya que lo hago a semanas alternas, tengo toda la semana libre para disfrutar de mi familia y tratar de recuperar las horas que pierdo de estar con ellos.

miércoles, 10 de febrero de 2010

SETENTA MINUTOS DE YOGA


Llevaba una temporada algo nervioso y un poco decaído interiormente, y siguiendo los consejos de familia y amigos, y con la intención de limpiar mi yo interior, de cargar mis centros energéticos y de relajarme he decidido hacer yoga, pues bien llevo ya un par de meses y en general me va bastante bien, y digo en general porque hay días que no, os explico. A las 4:30 sale Gonzalo del cole, según como salga ya se mas o menos como me va ir la tarde y la hora y diez minutos de yoga, si sale de buen rollo todo va ir rodado, pero como salga cansado que todo le viene mal, ya tenemos la tarde tirada por la borda, llegamos a casa peleándonos, entonces Sheila, mi queridísima mujer, se enfada conmigo por no saber camelármelo para que se le pase el enfado, pues bien ya estoy enfadado con Gonzalo y Sheila, mas tarde bañando a Hugo le noto mocos en el pecho y teniendo en cuenta que lleva todo el invierno con una bronquitis detrás de otra no era una buena noticia, bueno pues con esos ánimos empiezo la clase de yoga sin quitarme de la cabeza el enfado con Gonzalo y Sheila y los mocos de Hugo.
Paso a explicaros a groso modo la clase de yoga, los diez primeros minutos son de relajación tanto de respiración como mentalmente (es decir limpiar la mente de las cosas que te han pasado durante el día y dejarla en blanco), después se pasa a hacer los ejercicios o asanas propios de yoga bueno pues durante una hora y diez minutos parece que consigo olvidarme un poco de todo, después de clase, y antes de coger la moto para ir al trabajo, decido hacer una llamada a casa para ver como están los ánimos, pues bien Hugo ya tiene fiebre, bronquitis al canto, a tomar por saco la hora y diez minutos de yoga y su relajación.
Bueno pues esos son los días malos de yoga, que no son muchos, por suerte ya he dicho antes que generalmente me va bien y noto muy mucho los beneficios del yoga.